La escucha que se desarrolla en Focusing es una escucha sentida que comienza desde la mirada acogedora, desde el silencio que sostiene, desde la respiración acompasada, es escucha paciente, amable con empatía, aceptante, no-intrusiva. Es una escucha que no juzga, no analiza, no evalúa, no interpreta, no consuela, no minimiza... Es una escucha a lo que se dice: lo que se dice con palabras y a lo que se dice con el cuerpo, es una escucha corporal escuchando su cuerpo también desde mi cuerpo, escuchando su respiración, su tono, su color, su gesto, escucha sensible a la sutileza del lenguaje corporal.