educación noviolenta

La educación noviolenta imprescindible en nuestro entorno educativo, implementándola a través de la comunicación entre iguales desarrollando procesos de intercomunicación e intracomunicación.
Es un camino de crecimiento, una toma de conciencia a nivel personal, grupal, familiar, social.
Es un proceso que necesita  todo nuestro coraje.
Se trata de comunicarnos con lo que nos pasa, entender lo que me pasa, lo que le pasa al otro y ver, tal vez, cómo nos lo decimos y cómo nos acompañamos mutuamente en esas situaciones.
Es saber que ... por ejemplo cuando me enfado, me cabreo o me frustro esa energía también es mía y aprender a vivirla sin  dañar a nadie, sin dañarnos a nosotr@s mism@s, aprender a entenderla, a saber qué necesita,  qué necesitamos no desde la carencia sino desde la energía, el motor que nos propulsiona en la vida.
No se trata de ser místicos silenciosos, se trata de estar vivos y cuidar de la vida.

La educación noviolenta es acompañarles en su proceso de crecer de un modo respetuoso, con ternura, con humor, con corazón y honestidad.
Respeto porque desde ese lugar somos iguales, con ternura porque la ternura genera un acercamiento desde la curiosidad, con humor imprescindible en el proceso de aprendizaje, corazón para seguir amando a  nuestros alumn@s y a nuestra profesión, coraje para ser quienes somos y como somos y poder dejar espacio para ser quienes son.

La educación noviolenta es potenciar sus  raíces y sus alas.
Raíces y alas.
Pero que las alas arraiguen y las raíces vuelen.
Juan Ramón Jiménez.